ENSAYOS, ARTÍCULOS Y POESÍAS

Inmaculada García Haro, nacida en Málaga en 1963, tiene sus primeros contactos con las manifestaciones artísticas a través de la pintura y de la música en la década de los ochenta. También por estas fechas comienza su actividad literaria. En 1986 obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Málaga y, el año siguiente, trabaja en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía como Conservadora del Patrimonio Histórico. Posteriormente será miembro de la asociación cultural “Talleres de Historia” y fruto de esa actividad publica una serie de artículos en la revista “EL OBSERVADOR”.



En 1996 ve la luz su primer libro de poemas: “LA RUTA SAGRADA” y, al año siguiente, aparece en LA GUIA DE ARTISTAS Y ESCRITORAS ANDALUZAS.



lunes, 14 de diciembre de 2009

Artículo

PESCAÍTO EN BLANCO Y NEGRO
(REIVINDICACIÓN DE UN BARRIO: ELPALO)
Unas tertulianas con las que tuve el gusto de compartir mesa recientemente ponían en boca de Gustavo Bueno una aseveración que venía a expresar, mas o menos, que el excesivo apego a las tradiciones podría trasladarnos al orangután. Lo primero que me vino a la cabeza al escucharlo es que eso, desde luego, no le iba a pasar a Málaga, más proclive a olvidarse de su pasado que a defenderlo ni conservarlo; y es que, en nuestro caso, y huyendo de chovinismos, habría que acudir a otra cita, en este caso de Jorge Santayana, que dice literalmente: “el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla”. En el término medio está la virtud, cosa, al parecer, difícil de encontrar en el desarrollo urbanístico de esta ciudad.
Málaga está plagada de ejemplos iconoclastas en su pasado reciente en un malentendido y desmedido afán cosmopolita que ha dejado atrás cualquier vestigio de aquello que D. Miguel de Unamuno dio en llamar “intrahistoria”: no queda prácticamente en Málaga un barrio que conserve la memoria de sus orígenes, a excepción de un sitio marinero que ha sobrevivido en parte a ser destruido y/o devorado por la especulación aunque para ello haya tenido que pagar el alto precio del total abandono y ostracismo urbanístico y administrativo por parte de la gestión municipal. Ese no es otro que El Palo, centro administrativo de Málaga-Este (zona residencial de Málaga por excelencia) y que encierra en sí mismo un variopinto mosaico sociocultural.
Sin embargo parece ser que el ayuntamiento en la actualidad quiere corregir esa situación dado el descalabro de los anteriores proyectos urbanísticos. Así pues, tras la propuesta realizada en el AVANCE de PGOU 2005 en la que como solución a los problemas del barrio (falta de zonas verdes, parques, plazas, infraestructuras, zonas deportivas, etc...) se proponía una solución draconiana: tirar el barrio mediante expropiaciones masivas de calles enteras de vivienda unifamiliares de legítima propiedad para ponerlo en manos de promotores inmobiliarios, la redacción definitiva del PGOU, tras la lógica movilización de los afectados, ha optado por una serie de soluciones que si bien deja en el aire algunos de los problemas del mismo, cierto es que si se llevan acabo el barrio podrá obtener la identidad, integración y homogeneidad que se merece.
Y es que lo que está claro es que el centro del único barrio que queda con sabor malagueño, cuna, junto a otros barrios y localidades de Málaga, de nuestra seña de identidad culinaria -el pescaíto frito de la bahía- y centro neurálgico de Málaga- Este se encuentra en unas condiciones urbanísticas deplorables. Choca enormemente al visitante foráneo que ha escuchado hablar de nuestro barrio como zona veraniega, turística, plagada de merenderos dondesecomeelmejorpescaítofritodelmundoenlacapitaldelsurde Europa el hecho de que al entrar al mismo se de de bruces con derribos y zonas urbanísticamente degradadas.
A ver si es verdad que se realizan todo lo proyectado y prometido (realización de la plaza en el Pasaje de Mora -que debería llamarse la “treinta años prometida”-, el PERI de la zona de las cuatro esquinas, las instalaciones que logren que deje de ser el único barrio de Málaga sin zonas deportivas ni piscina municipales, arreglo del paseo marítimo...) y, sobretodo, que no muera con la vigencia del PGOU proyectado.
Y a modo de postdata me atrevo a sugerir que no estaría de más situar en ese futuro paseo marítimo un MUSEO DE LA PESCA DE BAJURA para que el turista vea, aunque sea en fotografía, un plato de chanquetes en blanco y negro.
Inmaculada García Haro
Licenciada en Historia y poeta
Vocal de la asociación ALAS